♦♣♠...eyeless...♠♣♦

El viento baila para acompañar la lluvia.
Las aves cantan para formar parte de la ceremonía.
Las parejas juegan en el agua con grata alegría y mi voz...
mi voz se pierde bajo el sonido del relámpago que golpea mi interior...

Frías manos hoy rodean mi cuello con cariño, frios labios susurran mi nombre y llena de dulces palabras el silencio con "amor"... Atrapada por el deseo ajeno soy forzada a sufrir por su propia satisfaccion mientras repite periódicamente mi nombre con gran satisfacción.

Inepta ante las circunstancias, mi boca que simplemente calla a causa del dolor genera que  mis ojos enceguecidos sean capaces de ver más allá de su presencia, y lo noto...
aplaudiendo lenta y silenciosamente los fragmentos que son su requiem.

Yacida ahora en el suelo como si estuviese muerta, mis manos empiezan a juguetear con el reflejo rojizo bajo mi existir, mi cuerpo tinturado recrea los movimientos de un ser aterrorizado por aquél que me amó egoistamente y al cumplir su más íntimo deseo, deja de existir...

Sin fuerzas ya, y sin aliento, permanezco con un alma inerte mientras que mi cuerpo siente las caricias de mis lágrimas en el rostro agonizante que solo pide a gritos morir de verdad. 

[...]

♦♣♠...Welcome Darly...♠♣♦

Mi alma ha regresado al vacío de la vida, las cuatro paredes oscuras me saludan nuevamente y el jardín yace en cenizas...

Agotada de los periódicos resultados trato de hallar la manera de terminar con todo, pero en vez de cortar mi garganta, mis manos se elevan intentando alcanzar el cielo buscando ser atrapada por la entidad oscura que desde lejos me observa.

Sólo las lágrimas me acarician ahora, solo las sombras me vigilan; Vuelvo a ser solo yo el ser que quiere ser consumido ya que mis ojos lograron salir al mundo exterior y destruir por completo mi ilusión.

Insensible e incontable, el deseo de romper mi cráneo y manipularme como máquina es una simple melodía que hoy en día nace con el sonar de la lluvia en el exterior, y yo, arropada sin más que mi misma piel cierro mis ojos, mientras la sombra me da la Bienvenida.

[...]