Mi alma ha regresado al vacío de la vida, las cuatro paredes oscuras me saludan nuevamente y el jardín yace en cenizas...
Agotada de los periódicos resultados trato de hallar la manera de terminar con todo, pero en vez de cortar mi garganta, mis manos se elevan intentando alcanzar el cielo buscando ser atrapada por la entidad oscura que desde lejos me observa.
Sólo las lágrimas me acarician ahora, solo las sombras me vigilan; Vuelvo a ser solo yo el ser que quiere ser consumido ya que mis ojos lograron salir al mundo exterior y destruir por completo mi ilusión.
Insensible e incontable, el deseo de romper mi cráneo y manipularme como máquina es una simple melodía que hoy en día nace con el sonar de la lluvia en el exterior, y yo, arropada sin más que mi misma piel cierro mis ojos, mientras la sombra me da la Bienvenida.
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