♦♣♠◘.Seducción.◘♠♣♦

El amanecer ha llegado, los ojos de cada individuo se han mostrado como luces que no soportan siempre estar muertas bajo su propia tela y ahora, mi caballero nocturno inicia sus gestos naturales al despertar…

 El pobre se despierta anonadado, no comprende de quién es la ropa interior que se ubica como adorno bajo su almohada, frunce su ceño y me mira con una increíble actuación de “yo tengo el control”, yo le sigo el juego y le sonrío con gran entusiasmo…

“¿Qué has preparado para el desayuno?”, me pregunta de la manera más normal del mundo para que no descubra que mi nombre se ha borrado de su mente… -“Nada realmente, me he preparado algo de café, ¿Deseas un poco?”…- “No, deja así”.

 Continúa con su actuación y se acerca a mí para darme el beso de buenos días. “¿Tienes algo que hacer ahorita?” Se encuentra desesperado así que busca el método más fácil para controlar su mal humor de no poderme recordar. –“No, no tengo nada que hacer ahorita”… - “Ya veo, te importa si…” ahí está, su llave de escape. –“No, para nada”.

 Acariciándonos como si careciéramos de cariño, iniciamos nuestro instintivo acto de “amor”, sus manos me toman con gran fuerza mientras yo me dejo llevar como si fuese una muñeca… -“Me recuerdas… ¿Dónde es que vives?” – “¿Es importante responder eso ahora?”… el silencio de su boca llego. Llevado por la excitación su cuerpo reacciona hasta lograr su objetivo carnal.

 Juntos, hallados en la cama y cubiertos bajo las cobijas finas del hotel, mi caballero me acaricia la espalda y continua con la pequeña pregunta dejada atrás…-” ¿Y bien?” –“Es increíble que lo hallas olvidado cuando estamos en ella” – “¿Aquí vives?, eso es imposible (sonríe) yo alquilé ésta habitación” –“¿seguro?, que raro, si mal no recuerdo, aquí es donde vivo ahora”. Alejándome de sus brazos, me retiré a la cocina – “Ya vengo, iré a prepararte algo de desayunar”…

 Mi caballero nocturno, no me dejo ir tan rápidamente como esperaba, tomo fuertemente de mi brazo y se desbordo por completo… -“¿Quién eres tú?” – “Sabes, no deberías preguntar algo así después de haberte acostado con migo”, tomándolo desprevenido, lo bese y después de un corto tiempo se desplomo ante mí.

Ahora era mi tiempo para satisfacer mis necesidades, necesidades que para la gente normal no son aceptadas… -“Descansa en paz Johan Leigt”