Incrustaste tus espinas en mi cuerpo...
amarraste fuertemente mi espíritu...
y en ello creaste un hechizo que encerró por siempre mis pensamientos y mis sentimientos...
Una carta...
solo ello he podido hacer desde que la luz en mis ojos desapareció...
sin poder observar el exterior...
sin poder disfrutar del nuevo sol...
el nuevo sentimiento de amor en la juventud...
el espacio negro se convirtió en mi nueva realidad...
mi nuevo tiempo y espacio dejaron de aparecer ante mi...
los días dejaron de existir..
Los cambios entre el sol y luna solo se reflejan en el dibujo de un escaso recuerdo de mi mente,
mientras me besas tierna mente el cuello...
y disfrutas de mi existencia hasta tu plena satisfacción.
El sentimiento de nadar...
flotar mientras observo un cielo...
el cual crea mi mente para poder descansar de tanta rutina...
tanta sociedad...
Ahora...
nada de ello existe...
Ya nada de ello es real para mi...
solo son imágenes de un cuento infantil que llevo con migo...
La sangre y mi amante...
quien es mi testigo...
seguimos un rumbo lleno de caminos oscuros...
tras la soledad de la sombra nocturna.
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